miércoles, 20 de julio de 2011


El Centro de Refinación de Paraguaná es un complejo refinador de petróleo ubicado en Venezuela y actualmente es el segundo con mayor capacidad del mundo.[2] Surge de la fusión de las refinerías de Amuay, Bajo Grande y Cardón, cuyas actividades fueron concentradas en 1997. En la actualidad tiene capacidad de refinar 940.000 barriles diarios, de los 2.667.000 que produce diariamente.[3] El complejo está localizado en un área compartida por la porción occidental de la Península de Paraguaná en el Estado Falcón y la costa occidental del Lago de Maracaibo en el Estado Zulia. Este complejo concentra el 65% de la capacidad de refinación venezolana y pertenece a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

PUNTO FIJO

Al Oeste de la Península de Paraguaná, estado Falcón, se encuentra la ciudad de Punto Fijo, que tomó una vida impresionante a raíz de la construcción de las refinerías de Cardón, por parte de la empresa petrolera Shell y de Amuay, por parte de la Creole (Exxon), luego por la expansión e interconexión de ambas refinerías y últimamente por haber sido declarado zona franca, libre de impuestos.
Anteriormente, la ciudad de Punto Fijo estaba separada de la Comunidad Cardón (antiguo Campo Shell y Campo Maraven) y de Judibana, el campo Creole, luego campo Lagoven, pero con el tiempo todas las localidades se han ido expandiendo y hoy en día se pueden considerar como una sola ciudad.

Punto Fijo: centro de compras

PLAYAS EN PUNTO FIJO

VOZ VEIS

De Venezuela emerge una nueva promesa de la buena música, un grupo que ha luchado contra los estereotipos ganando fama, premios (2 GRAMMY) y admiración de una forma insospechada. Tal vez sean un Vocal Band, pero eluden con respeto y elegancia cualquier similitud con muchas de las propuestas relacionadas a este concepto. Quizás porque no se han esforzado demasiado en coleccionar fans a punta de mover las caderas, el publico les ha sonreído; ellos son una de esas rarezas en la industria de hoy, que han edificado una joven carrera escribiendo sus propias canciones, produciendo sus propios discos, mostrando una imagen que ha tenido la suerte de agradar a miles de fanáticas en Latinoamérica, pero que no denota ningún tipo de prefabricación.  
Sus comienzos dentro de la música a capella fueron el mejor de los aprendizajes, y su carta de presentación a la hora de demostrar que sus integrantes no fueron el producto de un casting de laboratorio. Su formula: ninguna según ellos; para otros, una mezcla dulce de canciones bien escritas y pegajosas con arreglos frescos pero diferentes, condimentado por 6 voces que armonizan sin la pretensión de hacer malabares vocales, sino simplemente matizar, dramatizar o adornar el discurso de sus melodías